Racimo de cerecillas

Hay una historia norteña de un hombre que fue a cazar el ciervo. Se llevó por error una pistola cargada por el nieto con un hueso de cereza, y al disparar, aunque acertó al ciervo, este logró huir. Al año siguiente volvió a encontrarlo, inmenso y con un cerezo en flor justo entre las cuernas… […]