El cuento de nunca acabar

Empecé a dar clases de narración oral de cuentos en noviembre de 2007, en Salamanca, en un taller de teatro de barrio. El primer día de profe me sentía como cuando empecé a contar, como si alguien me agarrara la raíz del nervio para apretarla a veces y otras acariciarla. Yo no sabía muy bien […]